viernes, 5 de diciembre de 2008

EL EUCALIPTO DEL RETIRO

Fue una de las "reforestaciones" organizadas y tal vez, pudo haber sido un error

Es un eucalipto blanco originario de Tasmania, y los que saben, dicen que a su alrededor no crece la hierba, también que sus raíces profundizan tanto para alcanzar el agua, que consigue destruir lo que encuentra en su camino, y también dicen que en los lugares donde existen varios eucaliptos las aves ni siquiera anidan.

Un bosque de Eucaliptos, es un lugar de silencio obligado

Y ES VERDAD, o al menos.......UNA de las Verdades.

Pero también es verdad que las hojas del eucalipto producen un aceite que tiene propiedades medicinales y la madera es muy apreciada por su pulpa y para la construcción.

Pero él no pidió venir, las circunstancias marcan destino......y del destino no se puede huir.

Le plantaron en el Retiro de Madrid, muy cerca del hermoso Palacio de Cristal y de su lago de patos, al lado de la Casa Velázquez y cercano al embarcadero, lugar por antonomasia de encuentro entre personas diferentes.

Creció rápidamente, como todos los de su especie, luchó por hacerse un hueco y al final lo consiguió, y nadie pudo discutir su hegemonía.

Ahora para su desventura, se encuentra sólo; Su amigo y a la vez antagónico Sauce llorón le anima, sobre todo cuando los paseantes han desaparecido y también cuando el Alba hace su aparición. El juego de luces naturales hace que los amigos se comuniquen, existe un lenguaje común entre Seres de tronco y hojas (aunque sean tan diferentes)

A través del lenguaje de sus hojas, del silbido del aire por sus aristas, del toque sutil de sus raíces, e incluso del reflejo de la luz lunar; trasmiten sus estados de ánimo

Atrás quedó el rechazo del Sauce, la animadversión a los de su especie, el miedo al desconocido a que el espacio vital fuese invadido. ¡ Vete a tu tierra! Le llego a decir

Incluso formó parte del grupo de los "PUROS"; Un grupo de especies que abanderaban la consigna de "al extranjero ni agua" y que estaba formado, en su mayoría, por muchos que hacía años habían venido también de fuera –especies no autóctonas-

El Eucalipto cayó “en picado”, ni los transeúntes ni los expertos conocían la enfermedad en la que el árbol estaba cayendo, “Tenía todo para poder crecer” decían los Profesionales; Tiene agua, luz y aire ¿Qué más querrá?, pero el Eucalipto echaba de menos algo que no era material algo que también debería formar parte de la Constitución de todos los Seres: La Comprensión, y el Respeto.

A golpe de voluntad y con la ayuda del más allá el Eucalipto sobrevivió y al final el tiempo pasó, el viento que es libre y nadie sabe de donde viene o a donde va, susurró al sauce que lo importante era la libertad, que la TIERRA ES UNA y que para él no había fronteras, que las Raíces son sólo lo que algunos te quieren vender, así como el color de cada hoja y que las Especies, en definitiva, sí se pueden mover.

El Sauce ESCUCHÓ al aire y una pequeña ráfaga sobrevoló el lago, estremeciendo las caries de sus raíces y removiendo la sabia de sus venas

Fue entonces cuando el "llorón" aconsejó al eucalipto crecer más despacio, que compartiese sin destruir. "Bebe un poco y saborea" le llegó a decir, es tan sólo cuestión de SABER VIVIR, de adaptarse al entorno......Pero, eso sí, sin renunciar a tu SER.

Y el Eucalipto al igual que el Sauce: También ESCUCHO. Es el sonido del Silencio, el viento libre y sin cadenas que DA a todo aquel que abra sus poros

Desde ese momento el pequeño rincón se convirtió en un espacio de convivencia. Es la unión de sus raíces un símbolo solidario y digno de mostrar en los colegios y en la televisión. El verdadero espectáculo de la realidad. Un Edén en mitad de un gran bosque con personalidad.

El eucalipto, desde entonces, ha firmado con oro cada momento de su vida.

Allí los amantes han marcado corazones, los gamberros han lanzado sus navajas y los nuevos curanderos recogen sus frutos.

Y, AHÍ ESTÁ.

De soberbia altura, contemplando el Palacio, la casa de Velázquez, ve el chapoteo de las barcas en el lago y a los africanos bailando al ritmo constante y pegadizo de los tambores

Se siente orgulloso y pletórico de tanta belleza que le rodea y aunque por su especie está fuera del entorno y no le queda más remedio que adaptarse y ser admitido, manifiesta lo mejor de sí mismo, aportando lo bueno a quien le rodea. Y emite una fragancia suave pero penetrante que tan característica le es.

El Sauce observa y el eucalipto se transmuta, dos colores que se mezclan MARRON Y VERDE.

1 comentario:

RDB dijo...

Arboles sois, anclados universos,
esperanza de humanas primaveras,
prisioneros y libres. No os preocupe la forma ni la especie:
es igual ser cipres, nogal, olivo,
araucana o enebro. Lo importante es
disponer de sombra y ofrecerla
a todo caminante,
vigilar en silencio los cruceros,
y aguardar la llegada de quien quiera
grabar en vuestro tronco
unas pobres palabras de tristeza,
un radiante dibujo de alegria
o una fecha de amor entre iniciales.

Bonito cuento amigo, me ha traido millones de recuerdos por aquel eucalipto por el que tanto luche, del que solo me quedan (y ya para siempre) algunas de sus hojas guardadas en un sobre.
Ya estoy esperando tu próximo cuento.