miércoles, 31 de diciembre de 2008

EL BUDA Y EL GENERAL


EL BUDA
El Buda pétreo de mirada fija, soberbio en su altura, era indiferente al devenir de cada día.
El aire perfilaba su figura, el agua resbalaba por su regazo en posición de loto, el calor del sol hacía reluciente su calva.
Su posición inmutable había sido el no va más, el modelo a seguir de sus seguidores.
Creía ser el discípulo elegido de aquel gran iluminado llamado Sidartha.
Había superado el dolor, el hambre y en general todo lo que le rodease, nada le inmuto en vida.
Desde su pedestal al pie de la montaña contemplaba el caminar de los mortales, las alegrías y tristezas que les afectaban
Cada día se congratulaba en un dialogo cuyo destinatario y remitente era él mismo.
“No saben alcanzar la perfección”, “estos mortales son como tierra arcillosa que se modelan a cada golpe de agua”, “sólo debieran aprender a dejar pasar”, “que el río lleve el agua al mar.”
El monólogo le complacía. Nadie le desdecía.
No obstante había algo que no acababa de encajar en su tediosa y feliz parsimonia
Si he alcanzado la perfección en vida, - se decía- si he sido modelo a seguir, si he conseguido ser iluminado y si he recorrido el camino siempre en línea recta y los obstáculos los he esquivado, ¿ Qué hago yo siendo piedra mármol? ¿Es mi destino ser estatua? ¿Este es el Nirvan del que hablaban?
Esas malditas preguntas le carcomían, eran como un molesto piojo en una cabellera relucientemente limpia y dorada.
La conclusión era la misma:
“Da lo mismo”, ¡un pensamiento negativo! , se decía, y de un plumazo lo apartaba
Yo tengo la sabiduría, y soy el portador de la misma

EL GENERAL

Un gran peletero ardía constantemente a la sombra de la estatua, una llama votiva con una hermosa placa en titanio:
“Al gran héroe, el general caído en combate, forjador de patria, una nueva frontera”
En lo más profundo del mismo, “el General” hacía que la llama no se apagase, no le costaba ningún trabajo añadido, era como una prolongación de su propio ser
-La llama, el fuego, el ardor-
Ya hacía tiempo había caído en aquella escaramuza pero lo vivía como si hubiese sido ayer mismo.
Avanzó, encabezaba la columna, la posición se debía tomar, la bandera tenía que ondear, era un punto más para aumentar la frontera, pero....
Aquellos malditos enemigos que defendían otra tierra, le acabaron cazando, y cayó.
Lástima, aquello podía haber sido parte de la patria, una nueva estrella a la bandera.
Recordaba
De joven aprendió que lo importante era el objetivo, el obstáculo debía eliminarse, no dejar posibles enemigos a la espalda, podían convertirse en “quintas columnas”, el FIN era lo importante y no importaba como se consiguiese.
No dejó hierba ni castillo, no permitió la misericordia.
Consistía en hacerse fuerte en un punto y luego avanzar, ya lo dijo aquel gran Emperador francés.
Pero a veces en su monotonía, en su soledad en el peletero se preguntaba.
¿Si he sido un gran héroe, que hago convertido en fuego eterno?. ¿No era lo más importante conseguir el objetivo? ¿Tan rápido se olvidan del que aumentó y expansionó la tierra? Si mi raza es superior ¿qué hago yo en este ardiente infierno?
Aquellas preguntas, le atormentaban brevemente pues luego rememoraba una y mil veces como no había dudado en aplastar cabezas ni estrangular bebes ni violar a la mujer del enemigo. Al fin y al cabo lo importante era el objetivo

domingo, 28 de diciembre de 2008

Mónica

A Mónica la conocí en un cruce de pasillos, ella ni siquiera se fijó en mí, era lo más normal, pero yo en ella sí. Mónica caminaba con determinación, llevaba un amplio pantalón vaquero y una camiseta blanca con un gran arco iris en el centro. Avanzaba con la cabeza baja, dándole vueltas a sus pensamientos y sonreía.
No tenía intenciones de encontrarse con nadie y mucho menos saludar, bastante tenía en su cabeza para dar y tomar. Pasó a toda velocidad por mi izquierda llegándome incluso a rozar, “disculpas mil” –me dijo- pero estoy segura que incluso chocándose con una maceta las hubiera pedido igual.
Un día me dijeron que iba a ser mi compañera en el departamento, que me había caído buena, que ahora sabría lo complicado que son algunas personas y más en el caso de ella.
En honor a la verdad, no me pareció que fuese peligrosa y ni mucho menos desagradable o retorcida, sin embargo intuía en ella a una mujer sola, con necesidad de afecto, tremendamente cariñosa y también herida, gravemente herida. Ella me dijo que venía rota, que estaba bloqueada, una experiencia muy mala y muy larga en su anterior departamento. La gente la miraba, la controlaba, la espiaba, la perseguía, acoso moral con el beneplácito de los demás –insistía-
Nunca llegué a entender de la maldad de sus ex compañeros tal y como ella narraba, de hecho conocía algunos de ellos y a mí al menos…no me lo parecían. Ella, Mónica, con el paso del tiempo me convirtió en su motivación, en su alegría, en su sicóloga y hasta creo yo en su amante platónico, pero yo tan sólo la escuchaba y en verdad también la quería.
Durante bastante tiempo disfrute de su presencia, de su sabiduría, incluso de su ingenio contagioso, en definitiva de lo mejor de ella misma; Ella se dio del todo, tal vez yo…no. “Léete la Biblia-me repetía- sobre todo a San Juan, es el mejor, él si que entendió lo que es amor: El amor sólo es si de verdad te das a ti mismo, lo demás son tonterías, romanticismos, extravagancias, incluso idolatrías”.
Mí compañera estaba puesta en libros, en cine, en teatro, poesía, movimientos feministas, restaurantes, recetas de múltiples países y un largo etcétera. Se declaraba abiertamente lesbiana y me hablaba de sus conquistas, de las movidas de ambiente, o de las chispas que le saltaban cuando alguna amiga la invitaba a bailar.
Pero nunca tuvo, eso creo yo, alguien que la durase más de una gran noche, alguien que compartiese sus silencios, sus aficiones, sus peines o sus pijamas. Ninguna candidata la llenaba, ninguna era mejor que la que en su cabeza tenía, ninguna cubría sus sueños que no su cama.
Por las mañanas después de sus correrías, llegaba cansada a la oficina, era como una mala resaca después de una continua fiesta, “me lo he pasado de puta madre”, eso es lo que al menos quería hacernos ver. Pero yo que algo la conocía, percibía el anhelo del amante que ha dado demasiado sin ser correspondido; Estaba dolida y no lo entendía, no sabía donde estaba el mal, ¿es que no la querían?
Un día en un arrebato de sinceridad, al menos eso decía, me habló de los que en la planta de nuestro edificio había que se escondían, engañando su sexualidad y al que con ellos convivía. “A Lucía, ahí la ves, tan femenina, tan atractiva…me la tiré yo un día, aquí en el ropero de la oficina, y Belen la Jefa de negociado, tan dura, tan inflexible, tan fría, también cayó entre mis brazos, y hoy se le hace el corazón mantequilla cada vez que me ve y recuerda lo de aquel día”.
Como siempre yo la escuchaba, a veces a costa de mi paciencia y de un fuerte dolor de cabeza.
Sé que leía muchas novelas de amor aunque luego de apariencia cualquiera lo diría, y tal vez eso, tanta lectura, tanta dedicación a letras, la hiciese creer lo que no veía, una Quijote a su manera.
Pero Mónica, empezó de repente a comportarse de una forma extraña, empezó con silencios prolongados y luego a sentirse agobiada en su trabajo y si la preguntaba que qué la ocurría, no me respondía, y veía en sus ojos perdidos su consciencia en algún mundo olvidado; Aunque a veces me chistaba “habla bajo…que nos espían, ten cuidado están por todos los lados” y volvía a callarse retornando de seguido a su mundo irreal.
La ví caer poco a poco, sin saber de tal motivo. Ya no me hablaba de Teatros, conferencias, conquistas o restaurantes, sólo se dedicaba toda la mañana a mirar la pantalla de su ordenador, siempre en blanco y callada, con su mente fija en un punto imaginario mientras estaba alerta de cualquier enemigo externo que la pudiera espiar. Un día, tirando de valentía y de antigua amistad la pregunté si la podía ayudar en su trabajo o en lo que fuera y me contestó con un gesto contrariado “¡tú también!…y ni de coña”
Poco a poco me fui alejando de ella, ni la preguntaba ni siquiera la saluda, para qué, o no contestaba o me fusilaba con su mirada, es verdad que su presencia llegó incluso a molestarme, a incordiarme, pero con el paso del tiempo llegué a aceptarla como si fuera un mueble mas, algo que llenaba un espacio vacío.
Hace un año que se fue de nuestro lado, la prejubilaron, la despidieron o se marchó sin decir ni un hasta luego, pero recuerdo como una espina, como un aguijonazo a mi conciencia cuando un día, cuando todos estábamos a lo nuestro, callados, concentrados, trabajando, una a voz quebrada a nuestra espalda dijo:
“Yo también existo, que soy persona”… y el silencio se nos vino encima.

domingo, 21 de diciembre de 2008

tres de tres

Mañana...el olvido
Era tarde, casi anocheciendo, los viajeros habían acoplado sus maletas de madera y los compartimentos iban llenos, la mayoría dormía, otros los menos contemplaban el paisaje a través de la ventana, el contraste de la llanura castellana con lo agreste de las montañas cántabras, la frescura, la hierba ya oscura. Era una despedida, sabían que el viaje era tan sólo de salida, mucho tendría que cambiar para regresar al calor del hogar del de toda la vida, de la casa de los abuelos, de la ruda tierra, la vieja pero querida España.
Las niñas apoyaban la cabeza en su regazo, dormitaban, no tenían miedo, su madre las protegía, soñaban con el nuevo país, con unas nuevas caras, tal vez volviendo a ser herreras.
A ella le pesaba la arruga que da la angustia y el desasosiego, no dormía, acariciaba las suaves cabelleras, sus niñas, sus esperanzas, su consuelo. Soñaba despierta, tratando de olvidar lo del pueblo.
Enfrente había un hombre joven, bello, triste. Tenía agua en los ojos, posiblemente otro perseguido por sus ideas, otro hombre quebrado por la maldita guerra.
Contó que tenía amigos cerca de la frontera, como ella, que estaba cansado, que necesitaba olvidar, olvidar tanta muerte, olvidar tanta destrucción, olvidar tanta intransigencia, olvidar tanto engaño y dijo también que su idea era purgar sus pecados, se había prestado voluntario en no se donde.
Ella callaba, escuchaba el relato de otro sufriente que no le quedó más remedio que la huida, y se entabló como una corriente, una compresión sincera y un algo más que ninguno sabía de tal entender.
Compartieron la botella y los dos bebieron, rieron en silencio temeroso de despertar a las pequeñas y que les viesen llorando y riendo sin motivo aparente, finalmente durmieron, cayeron rendidos pero contentos.
La mañana llegó atizando la conciencia, el destino, el comienzo, la despedida, la promesa de un futuro encuentro.
-por cierto, cual es tu nombre, el mío Dolores
-yo soy Juan
-nos vemos
Amanece que siempre hay tiempo
Hoy
Es domingo y el café sabe a gloria en el bar de enfrente, con su tostada y su zumito.
Los dos se dan la mano, se miran, contemplan la arruga de los tiempos, su fruto, los recuerdos y releen de nuevo el subtitulo de un diario español que parece como escrito para ellos:
“El olvido no existe, fue pintado de amnesia. La conciencia se despierta, es una de las bases de la nueva democracia”.
Se aprietan las manos, se sonríen, Juan y Dolores, Dolores y Juan y lloran mientras se sujetan mutuamente la mirada.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Ayer

Lola, así la llamaban todos, era viuda, viuda joven, con dos hijas a criar y un futuro incierto a desarrollar, la mujer del Herrero vivió en tiempos de convulsiones políticas y de presiones inmovilistas, de cultura acotada y de hambruna por temporadas, pero a ella, con toda su sobrecarga nunca se la vio derrotada ni tan siquiera abatida, tampoco se la vio jurar y menos aún llorar.

En ningún momento tuvo confidentes ni corralillos donde descargar, hombros donde apoyar, pañuelos donde secar, estaba sola, muy sola...y lo sabía; Dolores sin embargo aparentaba la fortaleza del guerrero, la robustez del roble y a su vez la belleza indómita de la rosa del desierto.

Tenía el cabello largo, negro como la pez, unos ojos tan vivos como el fuego de su antigua fragua y una sonrisa cargada de ternura que hipnotizaba a los que rodeaba.

Cometía un error terrible, así se comentaba en las alcobas, un buen hombre podría arreglar lo que a buen seguro era su desgracia. Tal vez otro Herrero, pero eso sí, de espíritu más dócil o de alma más correcta, o... más manejable, podría ayudar a sobrellevar tan enorme carga para una mujer sola.

Trabajaba de sol a sol como se decía por aquel entonces, vendía los huevos de sus gallinas, recogía algarrobas de algún que otro vecino, espigaba en las mañanas donde aún no existía el sol o limpiaba las aulas del colegio del pueblo, trabajaba casi como cualquier hombre de aquel lugar.

A Dolores no sólo le dolían los huesos o los higadillos, las agujas que nadie veía eran las que más herían, perforaban el fondo de sus entrañas, atravesaban el corazón y terminaban reflejándose en sus pechos solícitos, a los que muchos, por cierto miraban y que luego mas tarde tardaban en confesar. Ella no quería otro Herrero que acallara el fuego interno, que apagara los rescoldos del alma, que la pusiera en casa “como Dios manda”, simplemente quería vivir, vivir sin más, que la dejaran en paz, educar a sus hijas en libertad, y como mucho... ¡soñar!.

Una tarde llegaron al pueblo, montados en camiones ruidosos, con potentes altavoces que destrozaban el silencio, una avanzadilla de jóvenes uniformados, venían a restablecer el orden divino y humano –eso decían-. Cantaron himnos y rezaron, alzaron los brazos, con su manos extendidas en perfecta sincronización, dieron consignas a correligionarios y a mas de otro le llevaron a ver un Sol lejano.

Hablaron en la Plaza del pueblo de un dios, de una sola lengua, de una sola patria y de una familia autentica, la tradicional y algunos de los que allí estuvieron, amigos, cobardes, listillos, silenciosos, expectantes o acojonados cuchichearon puñales silenciosos, monosílabos casi mudos, miradas lascivas y pervertidas cargadas de impotencia: “La Lola, la del herrero” entre otras.

Pero ella se retiraba, no oía, ¿para qué?, el miedo no existe, es la cobardía la que te acalla, o te inclinas o te enfrentas, no hay alternativa, nunca te dobla porque sí, además “trabajo tenía para dar y tomar”, no podía perder mas tiempo en miserables que aprovechan los mares revueltos para sobrevivir, aupándose sobre los cadáveres de los demás.

La luna llena llegaba y el silencio de la noche apuntaba en las libretas negras los nombres de las venganzas y de las vergüenzas: “aquel por un saco de trigo, el otro por una mala mirada, aquel por tener muchas vacas, allí había uno que leía, otro que protestaba y aquella por no estar emparejada”.

Rumores corrían, se olía, se mascaba...se sabía. “El viento sopla y oyes su voz, y sabes de donde viene pero no a donde va”; Mientras, en la casa de la Herrera, las niñas a menudo asustadas buscaban cobijo en la amplia cama de Dolores que, siempre cansada, rescataba del rincón de su armario la porción de ternura necesaria: “No preocuparos, el Sol da en la cara a todos y todas y el verdadero Dios no tiene banderas ni símbolos ni fragmentos, está en todas sus criaturas hasta en los que no respetan y que lo importante, lo importante, es luchar por lo que se cree, por mucha dificultad que haya, y vivir, no sobrevivir, vivir con dignidad... esa es la diferencia”

Cuentan en el pueblo que un día aquella mujer y sus dos hijas desaparecieron, no dijeron nada, tal vez se fueron, o se las llevaron o vaya usted a saber

martes, 16 de diciembre de 2008



DIRECCION HENDAYA

Cuento presentado a concurso y premiado. La temática era sobre el olvido
Primera parte (de tres)


Anteayer

Cuentan en el pueblo, que aquel joven entusiasta, henchido de ideales y de valor más que probado, no volvió a ser el mismo después de aquella jornada. Era noche de San Juan, del año 36, la más larga del año o del Siglo...al menos para él. Fue una noche de muertos, de ajusticiamiento bendecido, de orgía sangrienta desbordada, tintada de rojo, de rabia, de borrachera, que satisfizo a casi todos.
“Paseillo”, ese era la palabra, cruelmente inventada para designar la marcha de aquellos que contemplarían un último amanecer.
No iba engañado, sabía el final de aquel teatro de lo absurdo, conocía el miedo del ajusticiado, del protagonista, su angustia, su terror...lo había vivido tantas veces, pero el día de San Juan, su santo, fue diferente, era su bautismo de sangre, su día...un honor.
Se cruzaron las miradas, la luna bañaba la meseta retardando la espera, y esta se hizo eterna, el reo mantenía la mirada con orgullo de ser simplemente lo que era, no suplicaba, ni se angustiaba, miraba, esperaba y asumía, no había lágrimas, ni rabia, pero sí dignidad, espera y mirada, ¿qué podía decir?, nada, contempló el cielo color ocre recuerdos de su fragua y apretó la foto que tenía entre sus manos rudas de hombre honesto: de herrero recio y suspiró. Sonó una descarga, silencio, aleteos, un ruido de botas en caminar pausado, cansino, rutinario, otro disparo, el de gracia, maldita la misma, silencio, ruido de camino, de hojarasca. Ya
No volvería a ser lo mismo, casi le auparon y se acurrucó al fondo, ¿cual sería el motivo?, tal vez un cobarde, sí eso es lo que era, un cobarde que no supo rematar la faena, un político de tantos que había que aplaudían los toros desde la barrera, un miserable que no se atrevió a cortar la mala hierba.
El motor arrancó finalmente acallando los silencios, no había comentarios ni malas palabras, todos sabían lo que querían.

lunes, 15 de diciembre de 2008

CARDO Y CLAVEL

Te busqué en la habitación
Y no te encontré
Te busqué desde el poder
Y no te encontré
Te busque desde "el consumo"
Y no te encontré
Te busqué desde el icono
Y no te encontré

Te busque desde el "sin egoismo"
Y te encontré
Te busqué desde "lo siervo"
Y te encontré
Te busqué "desde lo pobre"
Y te encontré
Te busqué desde el "hágase tú voluntad"
Y te encontré

Al final ABBA, te descubrí...en el cardo y en el clavel

La experiencia de Dios es totalmente personal, es un encuentro de tú a tú, de mirar con ojos de niño pequeño, donde tan sólo quiere estar, de ser, disfrutar de la presencia, de desnudarte y decir tan sólo ABBA, "papito" aquí estoy



ARENAS DE SAN PEDRO (noviembre de 1985)

Has entrado
has penetrado en mi caja
en mi habitaculo cerrado.

Has entrado como caballo desbocado
como ciclon desatado

Y...has tocado mi encía sangrante

Me has hecho daño
mucho daño

Y de refilón has tocado mi raíz negra
de tronco hueco de árbol

Y al pasar,
tan sólo has dejado impregnado
tú amor

sábado, 13 de diciembre de 2008

A las 10 en el café de enfrente








Había llegado el día señalado, sintió su lengua seca, como quien espera con avidez un buen vaso de vino. Entre sus pechos maduros notó la carrera del sudor frío, o caliente, o ambas cosas a la vez, mientras retocaba sus pestañas por enésima vez. Inspiró profundamente tres veces: ¡Tranquila Ali! -se dijo- pero era verdad, ¿a quién quería engañar?, el tal eme jota punto com, la había despertado del sueño, del letargo de un frío helado, de un invierno demasiado largo y hoy era el día señalado, el día pactado para descubrir su cara, su identidad real…la de su amado.
Todo había empezado hacía ya algún tiempo, por culpa del inmaduro e hipócrita de su ex marido. Si él se lo hubiese dicho, no hubiese pasado nada, no estaría embarcada en esta aventura, sólo habrían firmado algo que hacía tiempo ya estaba casi muerto. Incluso, lo que son las cosas, se podría haber permitido tomarse hasta un Martini con el nuevo caprichito de su ex, la hubiese contado algunos secretos, algunas mentiras, incluso algunas manías y algún que otro consejo. Pero…él lo había querido, lo hizo sin asumir su culpa, a lo bajero, queriendo culpabilizarla: que si un lastre en su carrera, que si no le dejaba crecer, que si la libertad, que si no se cuantos o no se ques, en definitiva, excusas y tonterías para no llamar a las cosas por su verdadero nombre, el amor se había muerto y punto.
La abogada, su abogada, lo entendió desde el principio y asumió la causa haciéndola suya, “un divorcio fácil” llegó a decirla. Fue un buen trabajo de horas y minutos, de noches sin dormir, de tardes de cafetera, de papeleos, de fotos escogidas, de traiciones pilladas y documentadas, incluso de pañuelos compartidos, y de alguna que otra reflexión sobre lo débil de los hombres, o al menos de alguno de ellos, ¡en fin! lo hizo, lo hicieron bastante bien, solidaridad de género, le dijo, no eres, no has sido, ni serás ni la primera ni la última.


Como cada tarde, y siempre a la misma hora, comenzaba el ritual, encendía el portátil, metía la clave de acceso, miraba los correos, y a esperar. Hacía tiempo recibió el primero, lo tenía guardado y a veces lo releía. La llamó la atención aquella franqueza al escribir, su inteligencia, su sensibilidad, ni hecho adrede - pensó-, pues cuando más hundida estaba entre las arenas movedizas que da la impotencia y la rabia y el dolor de cabeza continuo, cuando acababa de liquidar en el café de enfrente el tema de la hipoteca con el que fue su marido, cuando más fastidiada estaba, al subir de nuevo a su casa, con el alma a cuestas, un correo parpadeaba en la pantalla: “…perdona mi inoportuna presencia, que no me presente, decía, no sé que neurona se ha encendido y me ha tentado a contactar contigo, espero no me envíes a la papelera de reciclaje, te lo ruego, te lo suplico, y es que he visto de cerca tus ojos, bellos, profundos, tristes, tu porte, tus cabellos, tu colonia, me he enamorado de tu presencia como nunca antes había sentido, es un sentimiento que hasta hoy tenía escondido, agazapado, incluso te diría que hasta frustrado, es un algo que nunca me he atrevido a decir, pero lo he madurado, rumiado, pensado…los condicionantes educativos, mi inseguridad, la castración emocional, algo hoy se ha despertado y he decidido contactar contigo…”
Recordaba como se sorprendió continuar leyendo. No leía correos de extraños, por aquello de los virus informáticos, pero él escribía desde el corazón, desde lo más íntimo, desde donde tan sólo los heridos hablan y eso la sedujo, la encendió, la puso en alerta. ¿De donde sacó la dirección?, ¿cómo la conocía tanto?, tantas preguntas, tantas dudas, pero sinceramente ya no importaba. En su momento le dio mil vueltas: un amigo, un enemigo, un ladrón, un descuido. El caso es que recibió una llamada de sinceridad y allí estaba ella, recogiéndola, en el día oportuno, abierta, hundida, sensible, ¿no jugaría con ventaja?. Así empezó todo, su relación con aquel misterio, con el anónimo del correo, con el tal eme jota, hasta hoy, porque, hoy ¡era el día!, el encuentro, “a las diez en el café de enfrente” y fue su intransigencia, él no quería, ¿para que poner cara a lo más intimo?-decía-.

Tal vez fuese por complejos, que fuese feo, pequeño, gordo, ¡que más da!, pensó, la edad lima los gustos, saborea los momentos, es como cenar con los amigos, ¿importan tanto los condimentos?,
pero en lo mas profundo, tenía miedo, se sentía insegura…Él ya se lo dijo, no importa que nos veamos, lo que cuenta es el sentimiento, el amor no tiene cuerpo, ni cara, ni presencia, somos espíritus, esencias que fueron atrapadas por unos moldes que a menudo nos han condicionado, cárceles de espíritu, yo te quiero sin tenerte, sin verte de continuo, te amo por lo que eres, por lo que sientes, por lo que dices, por tus silencios, lo demás me sobra.

Han pasado ya tres años desde aquel encuentro, y no me arrepiento, llegué tarde, por el por si acaso, miré a través del cristal de aquella ventana, oí la música del ramito de violetas, el de ese que mandaba flores por primavera, que era un marido rudo que no sabía como decir lo que sentía y entonces, me temí lo peor, ¡traición! grité por los adentros. En una esquina contemplé a mi abogada y pensé en mi ex marido, ¡estarán compinchados!, él andará por allí, escondido, agazapado, la habrá convencido, ¡Dios mío!
La letrada se volvió, me miró, y retuve su mirada, observé sus ojos, su cara, su cabello, una lágrima…y entonces lo comprendí todo
:

“No existen las fronteras” –Mar Jimenez-
-abogada-
Emejota.com

No todos los caminos llegan a Roma


Los carriles del tranvia de LISBOA



Los caminos existen para conseguir un fin

para llegar a un fin

o dar mil vueltas con un fin...aunque no le conozcamos

viernes, 12 de diciembre de 2008

El mecanico poeta

Como es posible
Mentir sobre lo nuestro
Mostrarnos tal cual somos
A ir por ahí diciendo
Lastima de los que tienen
Una flor y no saben verlo


Ya está, los pille, aunque un poco tarde; El mecánico romántico este, no es lo que parecía, mucho escribir poesías, que “si no es nada, que sólo es literatura para animar a una profesional del amor, sin contraprestaciones a cambio, que así tienes motivada a tu empleada y...”El cabrito me la estaba pegando.
Y mira que me ha costado, ¿Cómo es posible que un Tío con las manos llenas de grasa, pudiese escribir tales poesías?. Y es que no lo veía, y mil vueltas le daba y al final resulta que el pájaro no era un inocente, era un listo. ¡Me la pegó desde el principio!

Mas pronto que tarde emprenderé
Si Dios me lo permite
Toda una experiencia Zen
Dar la esencia de uno mismo
Viajar por el Universo.
¿Quién se negaría a tal vivencia?
Resulta que somos polvo
Nos vemos como el centro de todo
Veríamos que pasaría, sí
Mostrásemos lo que realmente somos.

¿Dónde nos esconderíamos sí
Dejásemos todas nuestras miserias
Simplemente a la vista?.

Empezar por uno mismo
Preguntándose el porque
A cada paso que das, justificas
Las respuestas.

Siete vidas necesito y tal vez una
Eternidad, para no sacar, en definitiva:
Nada en limpio


......................................

Y ahora que sé, como debo leer la poesía para así poder ver la autentica realidad de sus intenciones, los dos han volado.

Por mucho me ilumines ante
La presencia de tu estrella
No volveré a pagar ni con
Cheque ni con Visa, tal dispensa.

Tener que hacer uso de ti,
Tomarte todo el tiempo
Mataría a todo aquel que
Refugiarse en ti quisiera.

Y si un segundo me dieses
Ya solo observarte querría
No podría olvidar en la vida, sólo
Te miraría, todo el día, todo el día, todo el día.

Debes ser feliz
Jamás haría algo que te hundiese, pero
¿Renunciar a tu presencia?
NUNCA JAMAS


Era LA PRIMERA SILABA DE CADA POESÍA, eso es lo que tenía que haber leído, ¡y yo, ni lo intuí!. Y para colmo me han dejado a modo de despedida esta carta, pero claro, ahora que lo pienso ¿Tendrá algún mensaje interno?, ¿Será la primera sílaba también?. Pero no, ahora el poeta de criptográfica coherencia, remata con la última, su despedida.

Despedida de: UNA MERETRIZ ENAMORADA

SOLO
TE
QUEDAN
CINCO
MONEDAS
EN
TU
CAJA
FUERTE

jueves, 11 de diciembre de 2008

Pajaros en la cabeza

LA PASTORA DE CABRAS

LA PASTORA
-No se como puede ser posible, pero es que siempre me toca a mí… “como no estas casado”, “como no tienes pareja”, “como no…”pero ¡leches!, que los solteros también vivimos, que somos humanos, al menos algunos, y también tenemos derecho a los puentes, incluso a los acueductos si llega el caso y es que aquí ofreces una posibilidad y terminas siendo comodín para todos los apaños.
La verdad es que acabo de cumplir los cuarenta y esta oficina me está consumiendo, porque, qué hago yo en este puesto rutinario, tan tranquilo, tan dormido, tan aburrido. Siempre el mismo tedio, aguantando las mismas preguntas, los mismos comentarios, las mismas dudas, siempre el mismo tipo de gente, que si la casilla tres tiene pocos espacios, que si la diez es confusa, que si…
“Ocupado en los desocupados”, esa es mi profesión y encima para colmo, hoy está esto casi muerto, más vacío que nunca, pero ¿por qué existirán los puentes?, los puentes que disfrutan otros, quiero decir, si al fin y al cabo hiciese bueno, estuviese soleado, o al menos despejado pero claro que, ¡qué carajo!, ¡que se fastidien!, todos esos que han cogido el día, seguro que están muertos de aburrimiento en su casa, con este maldito frío que hiela las venas, seguro están viendo la televisión al lado de la estufita aguantando el vendaval y luego vendrán con el vacile, que si he visto una Laguna, que si una Catedral, que si el camino de Santiago…y seguro que lo que han visto es por los documentales de la dos, qué pena Dios mío.
Pero, ¿qué ocurre?, ¿qué ocurre en la puerta?, es una concentración de luz cegadora, parece un foco de cine que anuncia una sorpresa, ¿y la gente?, ¡están paralizados!, pero… ¡no puede ser!, es una belleza que entra por la puerta, una mujer, morena, alta, buena delantera y que minifalda, ¿o es un cinturón ancho?, con el frío que hace, debe ser una diosa caída del cielo que no ha tomado el día de asueto.
Esa viene buscando trabajo, no tiene pinta de andar despistada o que vaya vendiendo productos de belleza por las tiendas, pero por favor, por favor, que me toque a mí, a mí,... a mí, que no se te note Miguel, que las mujeres lo pillan todo, que tienen un sexto sentido, y hasta un séptimo, disimula, disimula, disimula, pero atráela con tu poder mental, con tu esencia de macho, de hombre atractivo, que venga, que venga, que venga…que se sienta atrapada por tu carisma, por tú… ¡Ajá!, ha cogido el formulario, lo está mirando, le da la vuelta, como si por detrás viniesen las instrucciones. ¡Dios mío que viene hacia aquí!, gracias, gracias, gracias, a San Fulgencio le ofrezco mi diezmo y una promesa que me ligue de por vida a la cofradía de…
-Buenos días caballero, ¿está libre este puesto?
-Sí, adelante, siéntese por favor, dígame, ¿puedo ayudarla?
-Pues sí, yo venía a solicitar un empleo nuevo y la verdad es que no entiendo mucho que debo de hacer, tanta burocracia, tanto papeleo.
-Bien, no se preocupe, yo la voy a ir guiando, lo primero: ¿ha rellenado el formulario F105?
-Sí, lo he rellenado, aunque la verdad es que tengo algunas dudas, si fuese tan amable de ayudarme en lo poco que me falta.
-Cómo no, bueno yo pregunto y usted va respondiendo, así aclaramos todo, ¿empezamos?
-Vale –contesta la diosa-
-Dígame su nombre por favor
-Lorena, o Loren para los amigos
-Correcto, aunque con el nombre oficial nos vale, ¿apellidos?
-Perdulopíns
-Qué curiosos, -comenta el funcionario mientras mira los pechos que a puntan a la par a no se sabe que objetivo-, ¿a que no son españoles?, a los apellidos me refiero claro, ¿son africanos?, ¿escandinavos?, ¿tal vez guineanos?
-No creo que sea imprescindible para el Currículum responder a su pregunta ¿No le parece?
-Ruego me disculpe, no pretendía molestarla, solamente ha sido por curiosidad, tantos formularios iguales, siempre las mismas casillas, adormecen a cualquiera, disculpas mil nuevamente señorita.
-Bueno, no tiene importancia, a veces la precaución en mi vida, hace que sea un poquito seca, pero le diré que efectivamente no son, ¿cómo diría?, de aquí, son apellidos consentidos.
-¿Consentidos?
-Digamos que el Juez me los permitió, yo tenía otros más españoles, pero la combinación de ambos, era lo bastante impertinente que nadie ni nada habrían impedido dicho cambio.
-Espero que, ya que ha tenido la amabilidad de adelantarme el hecho, termine por favor por indicarme cuan infames eran los auténticos y nombrármelos
-De acuerdo, mas espero sea usted prudente y consiga guardar la compostura una vez revelados los originales, entenderá que no es de mi agrado descubrir mi secreto.
-¡Délo por hecho!, como ve, podemos hablar con tranquilidad pues muchos funcionarios han cogido puente y la gente tampoco ha estado muy animada, prácticamente estamos solos usted y yo. No obstante, si le parece bien, antes de nada terminaremos el cuestionario para que el expediente administrativo pueda seguir su curso, ¿le parece bien señorita?
-Correcto, estoy de acuerdo
-Ahora, dígame por favor el nombre de la calle donde vive
-Es la Avenida de Zorrilla, número cinco
-Zoo Rilla cinco -deletrea el hombre-
-¡Nooo! que se escribe Zeta O, con una sola O, ¿entiende? ; Zorrilla de Zorra, de prostituta, de...
-Vale, vale, lo he entendido, aunque, sinceramente le digo que, dudo mucho que dicha palabra proceda de la misma raíz lingüística, sigamos, ¿profesión anterior?
-Fui pastora de Cabras y de…
El funcionario empieza a comprender que la diosa que tiene enfrente no es tal y que tal vez su procedencia no es tanto de los cielos lejanos, sino más bien de un lugar mucho más terrestre, tentador y cercano.
-Bien, bien, no siga, supongo que rima con camiones, ¿a qué sí?
-Pero bueno, ¿por quién me ha tomado?, efectivamente he sido pastora de cabras, pero también de LECHONES, “Pastora de cabras y de lechones”, qué se ha creído usted
-¡Ah! disculpe, aunque veo que usted de concordancias tampoco anda muy sobrada ¿eh?. Bueno, sigamos con el formulario; Dígame, ¿horario que le interesa para empezar a trabajar?
-Sin problema, ¡disposición total!, pero si es posible, preferible noche
-¿Importe?
-No, no me importa, la noche me estimula, me motiva, saca lo más íntimo de mí...Si supiera usted lo que saca
El trabajador de lo público deja que su mente vuele por el espacio tiempo teniendo como acompañante y protagonista en su sueño a una bella pastora que cuida de sus ovejas.
-No mujer, me refiero a estimación del IMPORTE a cobrar, dinero, emolumentos, Euros, Dólares, efectivo.
-¡Ah ya!, no obstante eso dependerá de la satisfacción.
-¿De la cabra?
-No hombre, del cliente, satisfacción del cliente
-¿Qué cliente?
-Vamos a ver, si usted me da la opción de poder elegir, prefiero una profesión liberal, ya sabe, “tanto hago, tanto cobro”. Una retribución variable, un sistema de incentivos, con ratios, porcentajes y demás.
-Si ya voy viendo, ya. Bueno pongamos en la casilla, que usted es una persona que prefiere trabajar con objetivos y percibir en función de la consecución de los mismos. Última cuestión, ¿forma de pago?
-Ah, eso sí, “Servicio prestado, dinero al contado”, no admito cheques, letras de cambio ni promesas.
-¿Promesas?, ¿es la moneda de su país de origen?
A la bella Pastora se le sube el rojo hasta las orejas
-Lo siento Seeeeñor, seguro me he explicado muy mal, más le diré lo siguiente, dos puntos. Primero: Soy española, de Soria más concretamente. Segundo: Promesas son aquellas manifestaciones que se pueden hacer en ciertos momentos supremos, pero que luego, acabados los fuegos de artificio, no dan ni para comerse unas pipas ¿entiende?. Tercero: Prefiero al contado o como mucho con Visa para el pago
-Veo que usted, señorita, entiende bastante de transacciones monetarias, de pastora ha aprendido lo que no está escrito. Claro que por otro lado también se dice que, las sorianas son bastante espabiladas a la par de bellas. De todas formas, si no le importa y ya por curiosidad, me podría decir ¿de qué parte de Soria es? y es que yo también soy castellano.
-Al respecto no tengo problema. Soy del Sabinar de Doña Godina de Gormaz, un pueblecito casi abandonado, pero que fue repoblado por Hippies de origen Belga, de cuyos antepasados procedo yo.
Un fogonazo interior explotó en las entrañas del funcionario “¡Acabáramos!” se dijo para si
-Muy bien-dijo con sencillez-.
El trabajador de lo Público observa de reojo el tan admirado reloj de pared que está al lado de la foto de su Majestad, le crujen las tripas, el desayuno es algo sagrado.
Ya con cierta frialdad, y después de haber recibido “la luz”, decide terminar con aquella curiosa entrevista, que había permitido no sólo apreciar una belleza, sino también pasar una parte de la mañana de una forma más que entretenida, pero antes debía intentar averiguar lo más sutilmente posible, para corroborar su teoría y tirando de manual de “conductas diplomáticas y de buenas maneras del funcionariado” el auténtico apellido de aquella princesa del cielo.
-Veamos, vayamos finalizando, que es la hora del café y no puedo emplearme más en esta entrevista. ¡Terminemos!, dígame por favor, nombre y apellidos de sus padres.
-Jacques y Danielle –dice la pastora con una más que perceptible sonrisa entre sus labios-
-Fírmeme aquí y si es preciso, la llamaremos. Ha sido un verdadero placer hablar con usted, señorita Lorena.
-También ha sido mío el placer, amable caballero. Más le diré a modo de despedida, que al final señor mío, no ha podido saber de mis auténticos apellidos, aunque bien es verdad, me he visto tentada a contárselo, gracias al cielo no he caído en tal pecado.
La Bella Pastora abandona la oficina, no sin restregar su magnifica faltriquera por aquellas mesas desiertas de personal.
Más volviéndose de repente y provocando un pequeño torbellino de papeles a su alrededor en el tan inesperado revés, pregunta:
-¡Ah por cierto Señor!, no es justo que después de tal encuentro, usted sepa mi nombre pero no yo el suyo…si no le importa, claro-
-Como no, estimada contertulia, me llamo Miguel Aspar Gusbent y por si le sirve de consuelo, comentarle que sus apellidos, los auténticos, quedarán bien seguros, pues como creo habrá podido comprender, el origen de este que le habla, también es Soriano, casi, casi primos hermanos, pues soy del Enebral de Don Casimiro del Moncayo, un pueblo pegado al suyo y que fue reconstruido en los años setenta por profesores de origen inglés y nuestros apellidos al igual que los suyos, los míos en Inglés y los suyos en francés, tienen un significado muy peculiar en esta tierra en la que nos ha tocado vivir.
**********************
La señora de la limpieza no acababa de entender, como aquellas personas de carrera, eran capaces de cometer las mismas tonterías que los chavales de colegio y más aún como era posible que en uno de las mesas “la del elegante Miguel” tuviera escrito a pluma, grabado en la misma mesa y encerrada en un corazón, la frase:

LOREN Lapin Perdú y MIGUEL Asparagus Bent

o lo que es lo mismo

Loren Conejo Perdido
Y
Miguel Espárrago Torcido

sábado, 6 de diciembre de 2008

40 inviernos 40 veranos

40 INVIERNOS, 40 VERANOS

Cuando tuve 6 años, sólo me importaba montar en bici y jugar con mis muñecas, "hacer castillos en el aire"; Cuando llegué a los 15 años "creía en el príncipe azul" todo él amable y robusto a la vez; Cuando alcancé los 25 "construí muchas ilusiones" a base de fusionar ahorros y compromisos. Pero, es ahora, por primera vez en mi vida, cuando empiezo a constatar que estoy en un punto de inflexión y de equilibrio, un sentimiento de madurez que me hace sentir que estoy pisando suelo, que sobrevuelo las tempestades que llevamos dentro, que rozamos las miserias en las que nos apoyamos para seguir viviendo sin apenas mancharnos.

Tal vez sean los cuarenta veranos vividos, al cien por cien, o los cuarenta inviernos que he creído sufrir, pero hoy con mis cuarenta y tantos, desde este lujoso día que me permite mirar hacia atrás y proyectar hacia delante, desde mí sentir que estoy a mitad de camino, desde mi feminidad que más que Género, es un adjetivo que impregna lo sustantivo de la vida; Hoy, como decía, presiento que necesito imperativamente una nueva gasolina, tal vez una escapada al Caribe, llenar de nuevo el depósito para poder salir hacia delante, retomar la ilusión de los quince o los sueños de los veinticinco, reemprender el camino sin necesidad siquiera de llegar a la cumbre, respirar cada instante, bañarme de cada momento, absorber todo el color que manda nuestro Sol o integrarme en la madre Tierra, convertida yo en pura esencia. Es ahora cuando puedo, o al menos me lo planteo porque en los tiempos pasados, las ilusiones, quedaron diluidas en la necesidad de "tirar hacia delante", en la lucha del día a día de tus hijos, tu trabajo, tu casa, tu marido, TÚ, TÚ, … y demás. Pero ¿y ahora qué?, ¿a que aspiramos?, ¿hacia dónde vamos?. Tal vez a convertir tu utilitario en un último modelo o tal vez como dicen algunos, llegar al culmen del no hay mas y poseer una Super casa con solarium, piscina, garaje y jardín Zen. ¿Es ese el sentido final?, ¿Es nuestra prolongación de la vida convertirnos en eso?, ¿en una burbuja maravillosa?, ser una triunfadora o triunfador que sus necesidades las transforma a golpe de talonario…que cada uno se examine a si mismo en el fuero mas interno.

Este privilegio de pensar, porque pensar, de verdad es un privilegio, de plantearme lo que he vivido y sobre todo en lo que quiero vivir, hace que me sienta viva, muy viva y este acto egoísta entre comillas, de pensar en una misma y que es tan, tan necesario, me permite ver que he de seguir caminando por el mismo sendero; Y es que tengo tan claro que mi futuro feliz no está en la lejanía de los tiempos, cuando no tenga nada que hacer-que estupidez- o en incrementar mi cuenta en los bancos para el por si a caso.
Quiero seguir viviendo en mis carnes, lo que tanto dulzor me ha dado en mis entrañas y que lo sentí especialmente cuando di a luz en ese acto doloroso e increíble de entrega, de sentimiento de que nada das, si no te das a ti misma. Es esa vivencia la que me permite que no escabulla, ni rehulla el bulto, de vivir las necesidades de la persona que tengo a mi lado, incluso de aquella que está a dos aceras de mi puerta.

Me he dado cuenta que el sentido de la vida, no está en la lejanía, al otro lado del Charco, sino que la propia vida, el caminar por la misma y el vivir y convivir con el que está a tu lado, hace que vida y sentido de la misma, se integren o se diluyan en un mismo concepto.

Al final, como siempre, he cogido el toro por los cuernos y me he dicho a mí misma: aquí estoy con lo que soy y que me echen otros cien inviernos con sus veranos.

Sólo me ha faltado el viaje a Cuba, pero…que quieres que te diga, también percibo, que con el que comparto mi vida, sufro, disfruto, sueño, me aburro, proyecto, en definitiva aquel al que amo (que también tiene sus cuarenta y tantos) y que también sueña con su Caribe particular, a menudo me coge mi mano, algunas veces con ternura y otras tan sólo por costumbre y me mira a los ojos y "sin hablar", me dice:
"No te vayas a Cuba porque" estoy a tu lado.

viernes, 5 de diciembre de 2008

EL EUCALIPTO DEL RETIRO

Fue una de las "reforestaciones" organizadas y tal vez, pudo haber sido un error

Es un eucalipto blanco originario de Tasmania, y los que saben, dicen que a su alrededor no crece la hierba, también que sus raíces profundizan tanto para alcanzar el agua, que consigue destruir lo que encuentra en su camino, y también dicen que en los lugares donde existen varios eucaliptos las aves ni siquiera anidan.

Un bosque de Eucaliptos, es un lugar de silencio obligado

Y ES VERDAD, o al menos.......UNA de las Verdades.

Pero también es verdad que las hojas del eucalipto producen un aceite que tiene propiedades medicinales y la madera es muy apreciada por su pulpa y para la construcción.

Pero él no pidió venir, las circunstancias marcan destino......y del destino no se puede huir.

Le plantaron en el Retiro de Madrid, muy cerca del hermoso Palacio de Cristal y de su lago de patos, al lado de la Casa Velázquez y cercano al embarcadero, lugar por antonomasia de encuentro entre personas diferentes.

Creció rápidamente, como todos los de su especie, luchó por hacerse un hueco y al final lo consiguió, y nadie pudo discutir su hegemonía.

Ahora para su desventura, se encuentra sólo; Su amigo y a la vez antagónico Sauce llorón le anima, sobre todo cuando los paseantes han desaparecido y también cuando el Alba hace su aparición. El juego de luces naturales hace que los amigos se comuniquen, existe un lenguaje común entre Seres de tronco y hojas (aunque sean tan diferentes)

A través del lenguaje de sus hojas, del silbido del aire por sus aristas, del toque sutil de sus raíces, e incluso del reflejo de la luz lunar; trasmiten sus estados de ánimo

Atrás quedó el rechazo del Sauce, la animadversión a los de su especie, el miedo al desconocido a que el espacio vital fuese invadido. ¡ Vete a tu tierra! Le llego a decir

Incluso formó parte del grupo de los "PUROS"; Un grupo de especies que abanderaban la consigna de "al extranjero ni agua" y que estaba formado, en su mayoría, por muchos que hacía años habían venido también de fuera –especies no autóctonas-

El Eucalipto cayó “en picado”, ni los transeúntes ni los expertos conocían la enfermedad en la que el árbol estaba cayendo, “Tenía todo para poder crecer” decían los Profesionales; Tiene agua, luz y aire ¿Qué más querrá?, pero el Eucalipto echaba de menos algo que no era material algo que también debería formar parte de la Constitución de todos los Seres: La Comprensión, y el Respeto.

A golpe de voluntad y con la ayuda del más allá el Eucalipto sobrevivió y al final el tiempo pasó, el viento que es libre y nadie sabe de donde viene o a donde va, susurró al sauce que lo importante era la libertad, que la TIERRA ES UNA y que para él no había fronteras, que las Raíces son sólo lo que algunos te quieren vender, así como el color de cada hoja y que las Especies, en definitiva, sí se pueden mover.

El Sauce ESCUCHÓ al aire y una pequeña ráfaga sobrevoló el lago, estremeciendo las caries de sus raíces y removiendo la sabia de sus venas

Fue entonces cuando el "llorón" aconsejó al eucalipto crecer más despacio, que compartiese sin destruir. "Bebe un poco y saborea" le llegó a decir, es tan sólo cuestión de SABER VIVIR, de adaptarse al entorno......Pero, eso sí, sin renunciar a tu SER.

Y el Eucalipto al igual que el Sauce: También ESCUCHO. Es el sonido del Silencio, el viento libre y sin cadenas que DA a todo aquel que abra sus poros

Desde ese momento el pequeño rincón se convirtió en un espacio de convivencia. Es la unión de sus raíces un símbolo solidario y digno de mostrar en los colegios y en la televisión. El verdadero espectáculo de la realidad. Un Edén en mitad de un gran bosque con personalidad.

El eucalipto, desde entonces, ha firmado con oro cada momento de su vida.

Allí los amantes han marcado corazones, los gamberros han lanzado sus navajas y los nuevos curanderos recogen sus frutos.

Y, AHÍ ESTÁ.

De soberbia altura, contemplando el Palacio, la casa de Velázquez, ve el chapoteo de las barcas en el lago y a los africanos bailando al ritmo constante y pegadizo de los tambores

Se siente orgulloso y pletórico de tanta belleza que le rodea y aunque por su especie está fuera del entorno y no le queda más remedio que adaptarse y ser admitido, manifiesta lo mejor de sí mismo, aportando lo bueno a quien le rodea. Y emite una fragancia suave pero penetrante que tan característica le es.

El Sauce observa y el eucalipto se transmuta, dos colores que se mezclan MARRON Y VERDE.

1.-mi primer cuento

EL EUCALIPTO DEL RETIRO

Fue una de las "reforestaciones" organizadas y tal vez, pudo haber sido un error

Es un eucalipto blanco originario de Tasmania, y los que saben, dicen que a su alrededor no crece la hierba, también que sus raíces profundizan tanto para alcanzar el agua, que consigue destruir lo que encuentra en su camino, y también dicen que en los lugares donde existen varios eucaliptos las aves ni siquiera anidan.

Un bosque de Eucaliptos, es un lugar de silencio obligado

Y ES VERDAD, o al menos.......UNA de las Verdades.

Pero también es verdad que las hojas del eucalipto producen un aceite que tiene propiedades medicinales y la madera es muy apreciada por su pulpa y para la construcción.

Pero él no pidió venir, las circunstancias marcan destino......y del destino no se puede huir.

Le plantaron en el Retiro de Madrid, muy cerca del hermoso Palacio de Cristal y de su lago de patos, al lado de la Casa Velázquez y cercano al embarcadero, lugar por antonomasia de encuentro entre personas diferentes.

Creció rápidamente, como todos los de su especie, luchó por hacerse un hueco y al final lo consiguió, y nadie pudo discutir su hegemonía.

Ahora para su desventura, se encuentra sólo; Su amigo y a la vez antagónico Sauce llorón le anima, sobre todo cuando los paseantes han desaparecido y también cuando el Alba hace su aparición. El juego de luces naturales hace que los amigos se comuniquen, existe un lenguaje común entre Seres de tronco y hojas (aunque sean tan diferentes)

A través del lenguaje de sus hojas, del silbido del aire por sus aristas, del toque sutil de sus raíces, e incluso del reflejo de la luz lunar; trasmiten sus estados de ánimo

Atrás quedó el rechazo del Sauce, la animadversión a los de su especie, el miedo al desconocido a que el espacio vital fuese invadido. ¡ Vete a tu tierra! Le llego a decir

Incluso formó parte del grupo de los "PUROS"; Un grupo de especies que abanderaban la consigna de "al extranjero ni agua" y que estaba formado, en su mayoría, por muchos que hacía años habían venido también de fuera –especies no autóctonas-

El Eucalipto cayó “en picado”, ni los transeúntes ni los expertos conocían la enfermedad en la que el árbol estaba cayendo, “Tenía todo para poder crecer” decían los Profesionales; Tiene agua, luz y aire ¿Qué más querrá?, pero el Eucalipto echaba de menos algo que no era material algo que también debería formar parte de la Constitución de todos los Seres: La Comprensión, y el Respeto.

A golpe de voluntad y con la ayuda del más allá el Eucalipto sobrevivió y al final el tiempo pasó, el viento que es libre y nadie sabe de donde viene o a donde va, susurró al sauce que lo importante era la libertad, que la TIERRA ES UNA y que para él no había fronteras, que las Raíces son sólo lo que algunos te quieren vender, así como el color de cada hoja y que las Especies, en definitiva, sí se pueden mover.

El Sauce ESCUCHÓ al aire y una pequeña ráfaga sobrevoló el lago, estremeciendo las caries de sus raíces y removiendo la sabia de sus venas

Fue entonces cuando el "llorón" aconsejó al eucalipto crecer más despacio, que compartiese sin destruir. "Bebe un poco y saborea" le llegó a decir, es tan sólo cuestión de SABER VIVIR, de adaptarse al entorno......Pero, eso sí, sin renunciar a tu SER.

Y el Eucalipto al igual que el Sauce: También ESCUCHO. Es el sonido del Silencio, el viento libre y sin cadenas que DA a todo aquel que abra sus poros

Desde ese momento el pequeño rincón se convirtió en un espacio de convivencia. Es la unión de sus raíces un símbolo solidario y digno de mostrar en los colegios y en la televisión. El verdadero espectáculo de la realidad. Un Edén en mitad de un gran bosque con personalidad.

El eucalipto, desde entonces, ha firmado con oro cada momento de su vida.

Allí los amantes han marcado corazones, los gamberros han lanzado sus navajas y los nuevos curanderos recogen sus frutos.

Y, AHÍ ESTÁ.

De soberbia altura, contemplando el Palacio, la casa de Velázquez, ve el chapoteo de las barcas en el lago y a los africanos bailando al ritmo constante y pegadizo de los tambores

Se siente orgulloso y pletórico de tanta belleza que le rodea y aunque por su especie está fuera del entorno y no le queda más remedio que adaptarse y ser admitido, manifiesta lo mejor de sí mismo, aportando lo bueno a quien le rodea. Y emite una fragancia suave pero penetrante que tan característica le es.

El Sauce observa y el eucalipto se transmuta, dos colores que se mezclan MARRON Y VERDE.